Es bien sabido que el cambio es uno de los principales desafíos de un Líder hoy: estar abierto al cambio, tener una mirada flexible, desafiar el status quo, preguntarse permanentemente por distintas opciones.
También sabemos que es necesaria una actitud y práctica personal para que el cambio ocurra: cómo desde mi perfil personal, mis fortalezas y áreas de mejora puedo ser un agente de cambio. Ahí hay mucho trabajo personal para hacer.
Sin embargo, eso no nos alcanza. Si soy un Líder que busca generar un cambio en una organización, necesitaré asegurar algunos pasos para ser efectivo y lograr las metas buscadas.
Las autoras Frances Frei y Anne Morris en el artículo para Harvard Business Review “Ten signs that your company is resistant to change” puntualizan cuáles son las señales de que una organización es resistente al cambio. Y además nos recuerdan los pasos necesarios para liderar un proceso de cambio. Estos pasos no son novedosos, pero muchas veces con el afán de lograr el objetivo, nos olvidamos de asegurar que esos caminos son necesarios para lograr la meta de cambio.
Vamos a recordarlos:
1. Identificar el problema: ¿Qué es lo que necesitamos cambiar? ¿Tenemos bien identificado el problema? ¿El diagnóstico realizado es preciso? ¿Cómo llegamos a esa definición del problema? ¿Quiénes intervinieron en la definición?
2. Crear confianza con los stakeholders: ¿Quiénes son los socios estratégicos para que el cambio realmente ocurra? ¿Comunicamos efectivamente las razones del cambio?
3. Crear condiciones para motivar a los equipos a participar: ¿Cómo motivo al equipo? ¿Cómo combina el día a día de la persona con su participación en el proceso de cambio?
4. Crear una historia o relato que enamore y motive a ser parte del cambio: ¿Qué historia contaremos?¿ Cuál es el propósito del cambio? ¿Cómo hace sentido el cambio a quienes serán parte de él?
5. Ejecutar el plan definido: implica ser muy rigurosos en el Plan de acción y su cumplimiento: seguimiento, control, ajuste al plan, medición de resultados.
El camino propuesto es que previo a la implementación de un cambio organizacional, podamos chequear si estos 5 aspectos están siendo considerados.
Si encontramos que hay aspectos aún no resueltos, lo mejor es detener el proyecto y dedicarle el tiempo a ajustar lo necesario. No es fácil tomar esa decisión cuando estamos personalmente seguros de las razones para cambiar. Pero si no logramos involucrar a la organización, el proyecto no prosperará.
¿Te suenan algunas de estas ideas? ¿Cómo se gestiona el cambio en tu organización? ¿Cómo gestionás vos el cambio?
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