Cecilia Russo

Mujeres Líderes, ¿somos Víctimas o Protagonistas de nuestro rol?

“Mariano siempre se victimiza, le echa la culpa a los demás de lo que no logra, al contexto, la falta de presupuesto, su jefe que no le aprueba los proyectos, los accionistas que cambian la dirección del negocio permanentemente”.

Escucharon algún comentario parecido al anterior en su vida organizacional? ¿Cuántos Marianos conocemos en las empresas?  Y una pregunta más complicada aún: ¿Cuántas veces fuimos Mariano en nuestras organizaciones?

Para profundizar en la idea de Víctima y Protagonista, me interesa comenzar compartiendo algunos conceptos sobre Liderazgo Consciente. En este punto, sigo a Fredy Kofman, en su libro “La Empresa Consciente” en el cual plantea claramente la definición de Conciencia y a partir de allí elabora el concepto de Liderazgo consciente.

Según Kofman, “Conciencia es la capacidad de aprehender la realidad, de estar atentos a nuestro mundo interior y al mundo que nos rodea”. Ser consciente significa que estamos despiertos, atentos. 

La primera distinción interesante que nos plantea Kofman es que para estar conscientes, debemos partir de nosotros mismos, de estar conectados con nuestro mundo interior. Esto implica un trabajo profundo de autoconocimiento que me permitirá comprender desde dónde lidero, desde qué valores y cuáles son mis fortalezas como líder que serán puestas al servicio de mi equipo de trabajo y de la organización.

Siguiendo estas ideas, Kofman define los conceptos de Víctima y Protagonista.

En palabras de Kofman, “Víctima es la persona que sólo presta atención a los factores sobre los cuales no puede influir”. Se trata de un líder inconsciente, que pone en el afuera los objetivos no logrados, las frustraciones. Y además no logra comprender el impacto de su accionar para prevenir una situación, o direccionarla o encontrar una solución.

Como contrapartida, “El Protagonista presta atención a los factores sobre los cuales puede influir”.  Esto implica que se involucra en la situación y se entiende como parte del problema y también de la solución.

Naturalmente no dejamos de lado los límites del sistema que habitamos, en términos de las empresas, cuál es la cultura, sus valores, su modo de ser y en consecuencia tendremos límites o bordes a la hora de actuar como protagonistas. Sin embargo, el protagonista actúa dentro de esos límites pero agregando valor, desafiando y cuestionando el status quo.

Y en la construcción de nuestro Liderazgo como Mujeres, ¿en dónde nos paramos? ¿En la Víctima o en la Protagonista?

Desde mi lectura y experiencia personal, hay una tendencia a victimizarse en algunos casos en las mujeres considerando el contexto adverso que nos toca enfrentar. Es como si el contexto y algunas de las siguientes razones colaboraran para que nos pongamos en víctimas lo cual nos resta asertividad a la hora de actuar. Algunas de las razones son:

  • En posiciones de Gerencia senior o Dirección, en general estamos subrepresentadas con la consecuente dificultad de ser diferentes a nuestros pares varones.
  • Tenemos compensaciones más bajas que nuestros pares varones.
  • Si somos madres, tenemos que armar una estrategia de vida particular y articular nuestras decisiones de carrera y vida personal con mucha precisión y maestría.
  • Tantas otras….

Pero a pesar de estas dificultades, ¿qué hacemos como mujeres para lograr alcanzar esas posiciones de liderazgo a las cuales aspiramos? ¿Por qué no llegamos? ¿Nos auto eliminamos en algunos casos antes de competir? ¿Tenemos realmente el deseo y vocación para estar allí y, en consecuencia, orquestar la estrategia necesaria para estarlo? ¿Qué acciones concretas vinculadas a ser protagonista genero?

Desde la Víctima, podría decirme:

  • “Es imposible llegar”.
  • “Si compito con un hombre por el mismo rol, el puesto será del varón”.
  • “Hay mucha política en las posiciones altas en las organizaciones y no voy a poder con eso”.
  • “Voy a ser discriminada por ser mujer”.

Y siendo Protagonista, podría decirme:

  • “Tengo las competencias para ese rol”.
  • “Buscaré la manera de manejar los aspectos políticos del rol”.
  • “Siendo la única mujer en la mesa de Dirección, podré hacer aportes diferenciales y de agregado de valor”.
  • “Negociaré, si lo necesito, algún sistema de tiempo flexible para poder responder a mi rol de madre”.

Cada una de estas miradas me abren o cierran posibilidades dado que desde mi propio lugar estoy condicionando ese futuro.

Entonces esta mirada implica mucho trabajo personal para cada mujer a la hora de transitar su carrera.

Y también me surge pensar en el rol central de quienes lideran a esas mujeres para que las ayuden y acompañen para correr los obstáculos que se presentan en cada una a través de una escucha activa, empática, que genere red.

Desafíos para nosotras las mujeres y para quienes nos lideran.

¿Te animás a recorrer el camino en el lugar que te toque? ¿Siendo mujer protagonista de tu carrera? ¿O un hombre líder acompañando a una mujer en su desarrollo?

¿En dónde querés pararte? ¿Cuánto tenés de Líder Consciente?

 

Cecilia Russo

Marzo 2021

 

Bibliografía recomendada:
  • “La Empresa Consciente”, Kofman